
Seré una gota de sudor en tu cuerpo
un beso olvidado en tu almohada,
una arruga en tus sábanas
cuando me marche de esta vida.
Seré el aroma que invada tus cabellos,
el grito contenido en el sexo,
una caricia tibia en tu vientre
o una palabra queda al oído.
Seré la mujer que supo amarte,
como ninguna
entregando el cuerpo y el alma
en cada caricia dada.
Seré el brillo del sol en tu cara
el aroma del mar en las noches calmas,
seré... un fantasma rondando tu casa
cuando en las noches,
me recuerdes con calma.
Cuando me marche... te buscaré
querré ser otra vez la gaviota
que en el cuenco de tus manos
animaba cuando tu gorrión escapaba
para amarme sin censura
todas las mañanas.
1 comentario:
Qué poema tan extraordinario, querida Gaviota.
Tus versos me han dejado con el aliento contenido.
Te quiero mucho hermanita.
Abrazos de oso:
Nicole.
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