
A mi pequeña hermana
Cuando era pequeña mi madre...
me abrazaba y secaba mis lágrimas
curaba mis heridas
con dulces caricias y besos
y algunas veces con saliva.
Cuando era pequeña me tomaba en sus brazos
y yo sentía que nada me podía hacer daño
me acurrucaba cual pajarito herido
y el calor de sus alas, todo calmaba.
Cuando era pequeña y mi alma lloraba
ella me acariciaba y yo tocaba el cielo
con mis manos porque un ángel me cuidaba,
así... hoy quisiera cuidarte
y esta distancia maldita que nos separa
me impide tomarte entre mis brazos
para limpiar tus heridas y cuidar tu alma.
1 comentario:
Mi querida hermanita:
Qué dulce eres conmigo y cuánto te necesito ahora.
Gracias, gracias, y mil gracias por todas tus atenciones.
Te quiero mucho, hermanita:
Hermanita peque.
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