

En el solitario mar, esta tarde de invierno donde el frío atrevesaba mi cuerpo como puñal, mis ojos tallaban diamantes para una amistad que estaba ausente, por mal entendidos...
Mis pasos débiles y mis alas caídas sin ganas de volar, esperaban ser acompañados en este andar. Una gaviota macho que comparte mi nido me decía muy sabiamente- Si esa amistad tiene cimientos fuertes, no dudes regresará... Y así quedé esperando sobre una roca mirando el horizonte, queriéndote ver llegar.
Así fué... sabía que vendrías... yo también sufría por esta amistad, que se transformó en hermandad.
No importa los lazos de sangre cuando uno adopta a una hermana, importa el cariño del corazón cuando se puede compartir parte de la vida con quien uno elige.
Te quiero hermana Carolina! y te lo he dicho tantas veces que creo que este mal entendido debía solucionarse.
Ya salió el sol en este atardecer, gracias por regresar, la puerta siempre estaba abierta esperándote y sin llave.
1 comentario:
Gracias, hermanita, gracias. Lloro de agradecimiento, por tu corazón y a la vida y a Dios por conocerte y a gorrión por sabio y a todos porque te extraño tanto que no paro de llorar.
Te quiero mucho y mi corazón está muy triste sin ti.
Y cada vez que te escribo lloro y lloro y ahora lloro de sentimiento.Mi puerta también estaba sin llave, solo yo sufro mucho también.
Un abrazo grande, por favor, vamos a estirar el océano como una alfombra. Y a la vuelta de la esquina estás tú, estás tú. Por favor. Te espero en msm.
Te quiero, te amo, os amo.
Arwen, Quimey, Carolina Torrecilla García, jajajjajaja.
Publicar un comentario