
No podría vivir sin tu cuerpo entre mis brazos
Sin sentir que tu selva se apoderara de mi fiera
Sin la espesura de tu pecho en mis senos
Sin ese frotar de tu mundo y mi mundo
Sin ese sentir de tu boca provocando mi boca.
Me acostumbraste a beber el néctar de tu colmena
Cuando tus abejas se duermen en mi lujuria
Cuando mi fiera se vuelve mansa y tierna
Entre tus caricias y palabras quedas.
Aprendiste a domesticarme como nadie
Y yo aprendí a vivir el sexo como nunca antes
Corté los barrotes de mi jaula de prejuicios
Me olvidé de la iglesia y de los consejos de mi madre
Borré las palabras de mi padre
Y pude disfrutar un orgasmo.
Pude sentir el fuego quemando mi cuerpo
Sentirme derretida en el crisol de tu miembro
Sentir el cielo y el infierno y no tenerle miedo
Querer prolongar lo bello del sexo.
No podría vivir sin tu cuerpo entre mis brazos
No eres una obsesión eres mi adicción
Pues conoces cada punto de mi cuerpo
Como si me hubieras hecho a tu perfección
Nunca antes fui mujer lo aprendí a ser
Aquella tarde de abril que
Al panal de tu cuerpo me prendí
y no quise ser más salvaje
Para servirte... y ser feliz...
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